El cineasta da el salto internacional con «Lo imposible», cinta que acaba de ser presentada en el Festival de San Sebastián
Con muchos nervios y calculando el riesgo que una entrevista puede suponer para la perfecta promoción de su criatura. Así ha llegado Juan Antonio Bayona al Festival de San Sebastián, consciente de que trae entre manos uno de los estrenos españoles más potentes del año. Tras el éxito internacional de «El orfanato», el director catalán consiguió prácticamente «Lo imposible»: componer un gran título de Hollywood con un equipo netamente español. La historia de una familia real que sobrevivió al tsunami de diciembre de 2004.
—El paso que ha dado hacia Hollywood... ¿tiene vuelta atrás?
—Yo he intentado siempre hacer lo que quiero hacer, y no es fácil tener esa independencia cuando Hollywood te llama. Por eso «Lo imposible» ha sido un proyecto ideal. La hemos producido con el equipo de «El orfanato», y sin recibir notas del estudio.
«No esperaba que Watts y McGregor se arrastraran tanto por el barro»
—No, no esperaba que se arrastraran tanto por el barro, la verdad. Y he podido hacer lo que he querido con ellos. Les encanta llegar hasta el límite de sus fuerzas.
—¿No tuvo miedo de que una producción tan grande se le fuese de las manos?
—Había decorados en Tailandia... donde todos los charcos por donde pasaban los actores tenían que ser limpiados previamente. Estaban supervisados por especialistas y todas las condiciones del rodaje implicaban muchísima seguridad.
—¿Se le propuso hacer algo más digital... o incluso en 3D?
—Se presupuestó hacer las secuencias en 3D... y solo la del tsunami costaba lo mismo que la película entera, así que usamos un poco de nuestro carácter latino, tiramos para adelante y decidimos hacerlo con agua real.
«La crisis del cine español no es creativa, es económica»
—Lo que me gustaría es que hubiera una gran cosecha de cine español a final de año, y la cosa promete. La crisis no es creativa, es una crisis económica, de la que nosotros no tenemos culpa.. en parte.
—¿Qué opina de la guerra que está librando el sector del cine contra la legislación del Gobierno?
—No acabo de entender muy bien unas normas que, al parecer, no van a dar el resultado que el Gobierno espera. Hay mucha preocupación. Nos ha costado mucho abrir esta empresa... y nos están poniendo todas las facilidades para que la cerremos.
—¿Le gustaría seguir trabajando en España?
—Yo tengo previsto seguir trabajando en España, evidentemente. El problema no soy yo, el problema es la gente con la que trabajo.
«Sobre los Oscar, soy afortunado de que ya tenga distribución en EE.UU.»
—Sí. Conozco mucha gente que vive de arrastrar o de empujar el travelling. Son gente que no tiene que ver nada con el glamour del cine. Profesionales que están a la altura de los mejores del mundo, ¿eh?
—Porque es un estigma recurrente, ¿no? Aquello de que en España no sabemos hacer gran cine...
—Bueno, yo una de las cosas que puedo pedir abiertamente y sin ningún tipo de vergüenza es que la gente vaya a ver «Lo imposible»... y vea lo que somos capaces de hacer a nivel técnico en España. Y a partir de ahí, hablamos.
—¿Cuál es su actitud ante los premios? Porque ya se habla de sus posibilidades de Oscar...
—Me siento afortunado de que tenga una distribuidora en Estados Unidos y de que quiera posicionarla. Pero también es muy difícil defender una película que, en el fondo, es una producción española.
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