Una de amor para Benicio
Llegó a San Sebastián antes que sus compañeros de película. Le gusta disfrutar de la ciudad y su ambiente. Les allanó el terreno a John Travolta y Oliver Stone, con los que presentó SALVAJES. Un trío de hombres de raza que completó un intenso fin de semana con sobredodis de estrellas de Hollywood..
A pesar del trasnoche y la paliza de la promoción, Benicio tiene buena cara. “Soy un profesional”, comenta sonriendo. Sus características ojeras apenas son perceptibles. Es más, diría que incluso le sienta bien disfrutar de una buena juerga porque nada indica en su piel el exceso de horas atrás. Comenzamos nuestra conversación en el mismo momento que John Travolta y Oliver Stone se preparan, en la habitación contigua, para las que también les tocan.
Está encantado con su personaje en SALVAJES (Universal), lo que no es de extrañar porque para ellos el último trabajo siempre es el mejor. Luego, años más tarde y con la perspectiva que da el tiempo, acaban por reconocer que ésta fue una “metedura de pata” y aquella tuve que haberla interpretado. Asegura que no pudo decirle que no a Stone “porque es un clásico, que sigue haciendo un cine comprometido”. Hablamos de la vanidad del actor y del posible “choque de egos” con Travolta. “Para nada, más bien todo lo contrario. En una escena con él, en la que yo tenía un protagonismo relativo, le dijo a Oliver que tenía que hacer ésto y lo otro para que yo tuviese más presencia. Podía haberse callado y ser el centro de la escena, pero John es un compañero muy generoso”.
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